Como vimos en la primera parte, hay una clasificación de 4 tipos de esposos alcohólicos y la clave con el tipo uno es No resolverle, no decirle nada y no enojarse con él, haga lo que haga.
Pues lo que hay que hacer con el marido tipo 2 es exactamente lo mismo que con el 1 pero como en este caso es más frecuente sus borracheras, hay que esperar a la siguiente y después de ella (no mientras esté intoxicado) pregúntele si realmente quiere librarse de la bebida para siempre, algo muy importante es NUNCA UTILICE EL CHANTAJE EMOCIONAL, como el “hazlo por mí, o hazlo por tus hijos o por tu madre…”ya que por si no se ha dado cuenta, ese nunca le ha funcionado. Solo pregunte “si que gustaría hacerlo”. En ese caso le puede mostrar algún folleto o pedir ayuda profesional, ya sea un adictólogo o clínica de tratamiento en adicciones. ¡Por favor no lo interne nunca en contra de su voluntad!
Si se motiva, apóyelo y aliéntelo, pero si su marido todavía cree que no es alcohólico se sugiere dejarlo solo. No lo presione, ya lo pensará en su siguiente consumo, lo importante es que la semilla de la ayuda ya se sembró en su mente y créame que tarde o temprano pedirá la ayuda porque ya vio que hay una salida. En caso de que crea que no lo necesita no le esté recordando que necesita ayuda ya que solo generará más enojo y será pretexto y motivo de más consumo. Sólo deje que sus repetidos tropiezos (obvio sin que ya le resuelvan las consecuencias de su consumo) le muestren un fondo de sufrimiento del que ya no quiera formar parte.
Para el marido tipo 3, puede ser que sea más fácil ayudarlo, ya que está tan desesperado queriendo dejar la bebida que solamente hay que mostrarle la ayuda, desafortunadamente a veces ya la relación familiar y de pareja está muy desgastada por lo que muchas veces se recomienda que sea alguien externo a la familia quien le ofrezca la ayuda. Para esto están los grupos de Alcohólicos anónimos, terapeutas especializados y gente que ha pasado por el mismo problema. Quizá no acceda de inmediato por ello hay que dejarles la información a la mano y poco a poco irán acercándose a pedir ayuda. Pero no lo presione, a veces inclusive es válido apoyarlos a salir de sus borracheras, eso incluye centros de desintoxicación y rehabilitación.
Y finalmente para el tipo 4, el cual puede considerarse un caso perdido (muchas veces por el daño orgánico producido por años de consumo).
Recuerde que el alcoholismo es una enfermedad no es un vicio, y como tal requiere de tratamiento profesional pero sobre todo de mucha comprensión, por ello te invito a informarte mucho más del tema.
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**Referencia: Alcohólicos Anónimos (Versión revisada). 3ª. Ed. 2008
Psic. Guillermo Rojas Ayón
Especialista en adicciones
Ced. Prof. 7237938