La familia del enfermo adicto
Cuando se da un diagnóstico de adicción al interior de la familia, éste genera un trauma y no solamente para el enfermo sino para la familia en general, debido a que se ven afectados por el sufrimiento del familiar en adicción, la familia debe de sufrir cambios y tendrá que reorganizarse tanto en las estructuras como en las funciones del sistema que compone la familia.
Recordemos que la familia es un conjunto de personas que se interrelacionan en forma vinculada por lazos de tipo social y personal, en donde cada uno de los miembros expresa lo que piensa y lo que siente al ser parte de la misma.
¿Cómo sabemos si la adicción es una enfermedad crónica?
Por lo que exige, nuevas y estrictas necesidades al interior del sistema familiar, las cuales irán en relación al diagnóstico y severidad de la enfermedad y su proceso, así como del pronóstico que implica.
El diagnóstico alcanza áreas profundas de contextos tanto sociales, culturales y ecológicos de la función familiar, así como a cada uno de los miembros que componen a la familia, afectándolos de forma emocional, conductual y cognitiva en la rutina diaria de vida, afectando también el fututo, inclusive el sentido que posee la vida propia.
En nuestro país se ha vuelto muy común el verse afectados por las adicciones y, por consiguiente, cualquier persona se verá involucrado con él por la relación íntima existente con algún enfermo.
Hay que recordar que la familia está integrada a una cultura, por consiguiente es producto de este contexto y se enfrentará a la adicción a través de esa cultura, la cual dicta el cómo se percibe y del cómo se reacciona ante la enfermedad.
De acuerdo a este concepto, la familia ve la severidad de la enfermedad en relación directa al género, edad, educación, estatus socioeconómico, la percepción de amenaza por la forma de vida que se lleva, las redes de apoyo y el grado de carga experimentada.
Se debe comprender también que la familia no se puede ver en forma inmediata o automática como el principal elemento incondicional de ayuda hacia su familiar enfermo.
Debido a que ésta pasa por diferentes ciclos que se van repitiendo, como son enojo, esperanza, frustración, desamparo, falta de control, desajustes y readaptación, entre otros. Esto hace que la familia se enfrente a un nuevo sistema de constricciones y demandas del comportamiento de sus integrantes, que se ven en la necesidad de generar nuevas habilidades y capacidades ante las nuevas situaciones que se van presentando y que, hasta ese momento, le eran desconocidas.
Este ajuste ante la enfermedad por parte de la familia ante la adicción se vuelve un proceso continuo y también complejo a consecuencia de los cambios tanto incontrolados como inesperados.
Por esta razón se debe comprender que la familia no puede ser considerada como un primer apoyo natural para el adicto, pues sus miembros son incapaces de proporcionar la ayuda y el apoyo que ellos mismos requieren.
El percibir la enfermedad dentro del sistema familiar es de acuerdo a como la conceptualiza la familia del adicto.
La familia se convierte en un sistema básico de protección y cuidado, así como el reflejo de sus miedos, ansiedades tanto de sí mismos como del enfermo.
Por lo que es importante que tanto el enfermo como la familia consideren un tratamiento de rehabilitación que les apoye en éste proceso.
Mtro. Psic. Adrián Alberto Pérez Méndez
Psicólogo en Clínica SER
Cédula 11929943
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