Hablemos de duelo
Cuando hablamos de duelo, la mayoría de las veces lo relacionamos con la pérdida de un ser querido, situación que no es equívoca, sin embargo, no es a lo único que se refiere este término.
Se ha considerado primordial por el impacto ante la pérdida de un ser querido, no obstante, al hablar de duelo, nos referimos al proceso normal que se desencadena tras una pérdida que no necesariamente sea la muerte.
Como seres humanos, nos manejamos a través de la energía, del contacto y las relaciones, del vínculo generado en relación con aquel objeto o persona. Cuando dicha separación sucede, es esperado que experimentemos tristeza, es decir, una reacción de la mente y el cuerpo ante un dolor. Esto nos permite afrontar situaciones que nos desequilibran, y restan atención a lo que pasa a nuestro alrededor, nos da la oportunidad para reflexionar sobre uno mismo, nos enfocamos en sentimientos rumiantes.
Sin embargo, nos puede dar pauta, dentro de tantos pensamientos a darle un sentido a eso que nos falta. De esa forma, podemos cambiar el enfoque de la tristeza. Pues al final de todo, la tristeza es normal ante una pérdida, es esperado experimentar un desequilibrio emocional. Este mismo también nos permitirá procesar dicha pérdida y recuperarnos emocionalmente.
¿Cuál es la relación entre el duelo y las adicciones?
Al hablar de duelo en adicciones, podemos mencionar entonces que nos referimos a cualquier pérdida con la cual se haya generado un vínculo afectivo. Ante un duelo, será esperado experimentar ciertas emociones como la tristeza, enojo, sentimiento de culpa, ansiedad, desesperanza, entre otros.
Un paciente con adicciones llegará a experimentar diferentes pérdidas, ahora, una persona que padece de adicción por lo regular estará invadida de emociones desagradables. Esto se debe a que, al haber mantenido un estilo de vida en donde ha acostumbrado a lograr estados emocionales agradables a base del consumo de sustancias, es decir, buscar el placer por medio del consumo, al dejar las drogas llegará a experimentar las diferentes pérdidas comenzando con el estilo de vida, la zona de confort y estados de tranquilidad generados por el consumo.
Otra de las pérdidas que se llegan a experimentar es la confianza. Al utilizar las mentiras para conseguir lo que desea, conforme pasa el tiempo las mentiras se vuelven torpes y más fáciles de identificar llevando a la familia a generar una desconfianza ante la persona con adicción. Otra de las pérdidas es el lugar que se ocupa en la vida de las personas, ante ello, la persona comienza a utilizar la manipulación, también se llega a dar la pérdida de la identidad, como persona, como hombre, en algunos casos, la masculinidad puesta por la sociedad.
El dilema ante la pérdida y el duelo
También está vinculada con la pérdida del amor, es decir, cuando se pierde algo que se ama, con aquello que se tiene un vínculo afectivo cercano, la persona se sentirá afectada y negada a soltar aquella tranquilidad erróneamente concebida a pesar de generarle efectos negativos.
Debido a ello, se llega a la aceptación del dolor o sufrimiento como consecuencia de la relación conflictiva con aquel objeto de amor, llevando así a la persona a generar ideas equívocas, imaginando que el dolor forma parte de su existencia y como efecto secundario a la vinculación con aquel objeto.
La incertidumbre ante lo desconocido, a soltar aquello que le generaba tranquilidad y pesar, ahora forjará una nueva relación afectiva consigo mismo y su recuperación. Dentro de las adicciones, este proceso resulta doloroso, ya que la persona con adicción no puede continuar con su vida y tiende a aferrarse al dolor, el mismo que prefiere calmar con la sustancia.
Una persona que padece de adicciones no sólo se enfrentará al malestar físico, emocional o social que el consumo le genera. Lo cierto es que, más allá de no querer dejar su consumo, en realidad está vinculado con una serie de factores internos y externos que influirán en el mantenimiento del mismo, ante ello, es importante acudir con especialistas en adicciones, clínicas de adicciones y grupos de autoayuda, buscando un tratamiento interdisciplinario.
¿Qué provoca el uso de sustancias en una situación de duelo?
El abuso de sustancias durante las emociones que genera una pérdida, puede provocar distintas situaciones adversas:
- Falsa sensación de bienestar. El consumo de drogas, le da al adicto emociones agradables y un alivio momentáneo. Sin embargo, a esto le sigue una sensación de tristeza o vacío, los cuales se ven potenciados por los efectos desagradables y no deseados de las sustancias adictivas.
- Puede pasarse del uso al abuso. Cuando una persona se encuentra vulnerable, quiere evitar esas emociones desagradables y se refugia en las sustancias. Estas le generan, como hemos mencionado, una falsa sensación de bienestar. Por ello, mientras atraviese el duelo, cada que sienta tristeza, ansiedad o culpa por esa pérdida, encontrará una «salida» en las drogas. Pronto, el consumo se convertirá en un hábito.
- Trae situaciones peores. El adicto está lidiando con una pérdida y no sabe cómo enfrentar esa lluvia de emociones. Sin embargo, no sabe que el consumo de drogas sólo le llevará a situaciones aún peores en relación a su vida cotidiana, su trabajo, familia, entre otros. Y en consecuencia, esto sólo traerá más pérdidas.
Llama ahora para empezar tu camino hacia la recuperación
Si tienes un familiar que batalla con adicciones y está lidiando con un proceso de duelo, lo recomendable es impulsarle a buscar ayuda profesional. Tú también puedes ser un gran apoyo, con escucha activa y empatía. Además, es posible sugerir actividades saludables que sean de su agrado y sirvan para calmar la mente y relajarse.
En Clínica SER, contamos con el profesionalismo necesario para acompañar a las familias y al paciente en este proceso. No dudes en contactarnos para alcanzar una vida plena y sobria. Suscríbete a nuestro boletín de noticias y mantente informado de nuestras actualizaciones y servicios.
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ANDRÉS LUCIANO GREGORIO.
Maestría en Psicología Clínica.
Cédula profesional. 11050830
Terapeuta de Clínica SER
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