¿Qué es la dependencia emocional?
Pese a que no existe un consenso en cuanto a la definición de «dependencia emocional», diversos autores coinciden en el principio básico de esta patología, que no es otro más que una «vinculación afectiva permanente y excesiva hacia otra persona».
Si lo llevamos a la práctica, en el ámbito de las relaciones personales o de pareja, este concepto hace alusión a una relación en la cual uno de los miembros depende mucho del otro, lo cual le lleva a realizar comportamientos dañinos tanto para sí mismo/a como para la estabilidad de dicha unión.
Y si bien no está catalogada como una adicción propiamente dicha, en manuales clínicos ni psiquiátricos, este trastorno cumple con ciertos rasgos de carácter adictivo, si entendemos la adicción como un mecanismo de defensa y/o evitación del sufrimiento.
Características del dependiente emocional
A continuación, veamos la sintomatología que puede manifestar una persona con tendencias a la dependencia emocional:
- Baja autoestima: Se trata de una de las causas principales, la cual puede originarse a partir de experiencias de abuso físico y/o psicológico, una pérdida familiar, una infancia traumática o condiciones laborales precarias.
- Miedo a la soledad: La idea de estar solos/as, tanto a nivel de relaciones de pareja como en su propio espacio físico, les produce temor, malestar, e incluso, ansiedad.
- Sentimientos negativos: Pueden experimentar episodios depresivos, preocupaciones, vacíos emocionales y cambios repentinos de humor, siendo sólo aliviados con la presencia de la persona objeto de esta dependencia.
- Prioridades invertidas: Empiezan a descuidar aspectos de la vida como la familia, el trabajo, la salud y amistades, en pro de dedicar la mayor parte del tiempo a la relación de pareja.
- Necesidad de contacto permanente: Desarrollan una conducta compulsiva-obsesiva que parte del deseo de estar con la otra persona o mantener un contacto frecuente, sea a través de llamadas o mensajería instantánea, aún sabiendo las consecuencias negativas de este comportamiento.
- Pérdida de control: Refiere a la incapacidad de autocontrol hacia la idea de acercarse a esa otra persona que funge como el «centro de atención» del dependiente emocional.
- Necesidad de aprobación: Buscando agradar a su pareja, el dependiente emocional puede recurrir a la búsqueda de aprobación constante, llegando, incluso, a realizar acciones que no le produzcan interés ni satisfacción alguna.
- Escasas habilidades sociales: Usualmente, el centro de sus conversaciones giran en torno a sus relaciones de pareja, tanto si éstas son saludables o no, lo cual puede ser motivo de alejamiento por parte de su entorno más cercano.
- Nulo empoderamiento en la relación: Suelen ocupar un papel inferior en las relaciones de pareja, dejando al otro miembro de la relación a cargo de las decisiones más importantes para el futuro de la misma.
- Negación del problema: El dependiente emocional recurre a la negación de su patología, poniéndose a la defensiva cuando alguien aborda el tema.
¿Qué es una conducta adictiva?
Una conducta adictiva refiere a un comportamiento compulsivo, obsesivo y repetitivo, que empuja a una persona a generar una relación de dependencia, sea física o psicológica, hacia una sustancia psicoactiva, una actividad concreta o, incluso, una persona.
Usualmente, el origen de este comportamiento obedece a una deficiente gestión de las emociones, sumado a situaciones de estrés que hacen parte de la cotidianidad y/o traumas vividos en el pasado.
Características de una conducta adictiva
Entre los principales rasgos de las conductas adictivas, encontramos:
- Actitudes compulsivas: Se refiere a experimentar un «sentido de urgencia» por realizar esa actividad o consumir esa sustancia que genera bienestar en el momento, independientemente de sus consecuencias en el mediano o largo plazo.
- Falta de autocontrol: La persona no puede controlar sus impulsos, aún sabiendo los efectos nocivos de realizar determinadas conductas de manera repetida.
- Búsqueda de gratificación: Motivado por el deseo de volver a experimentar sensaciones placenteras, el sistema de recompensa de nuestro cerebro nos impulsa a ir tras estas experiencias, sin ser necesariamente algo saludable o que nos reporte algún beneficio.
- Aumento de la tolerancia: Tras un proceso de habituación, el cuerpo genera una mayor tolerancia a la conducta adictiva, requiriendo un aumento de la frecuencia o dosis administrada para sentir la misma sensación de placer.
- Consecuencias negativas: Normalmente, estas conductas suelen estar asociadas a consecuencias adversas para la salud, extendiéndose a otras áreas de la vida como el laboral y las relaciones interpersonales.
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¿Cómo superar la dependencia emocional?
En ocasiones, el desarrollo de una adicción en una persona ocurre tras haber pasado por un largo proceso de dependencia emocional, que le ha llevado a buscar «vías de escape» para evadir emociones negativas tan comunes en estos casos, como la culpa, ira, irritabilidad, ansiedad y depresión.
De ahí la importancia de tratar esta problemática desde su raíz, enfocándonos en su prevención con esta serie de consejos que pueden ser de gran utilidad:
- Autoconocimiento: Es fundamental saber identificar nuestras propias emociones, tanto si son agradables como desagradables, y entender que estas son pasajeras. De esta manera, difícilmente sentiremos la necesidad de «escapar» de ellas.
- Relaciones saludables: Establecer relaciones interpersonales saludables es vital para evitar caer en la dependencia emocional, entendiendo la asertividad, el derecho a la individualidad y el respeto como elementos necesarios para una sana convivencia.
- Renunciar a falsas necesidades: Cuestionarnos acerca de qué es lo que realmente queremos, en términos de afectivos, puede ser de gran ayuda para prevenirnos de buscar validación constante en personas de nuestro círculo cercano.
- Trabajar en la autoestima: Antes de estar con alguien, es necesario aprender a estar cómodos con nosotros mismos, y, así, contar con bases emocionales sólidas para cuando decidamos compartir nuestra vida con alguien más.
- Acudir a terapia: En ocasiones, la terapia psicológica puede ser ese paso fundamental para superar patologías como las que hoy nos ocupa, y, de esta manera, evitar sus terribles consecuencias en el largo plazo.
Una vez comprendidos los síntomas ligados a la dependencia emocional y las conductas adictivas, si crees que un familiar está mostrando las primeras señales de padecer dichos trastornos, es fundamental que busques ayuda profesional lo antes posible.
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Dr. Rodolfo H. Rodríguez Moreno
Psicoterapeuta de Clínica SER
Cédula Profesional 7342242
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