La dopamina en las adicciones
La adicción es un trastorno psíquico que se caracteriza por una necesidad compulsiva de consumir sustancias, con el potencial de abusar o depender de ellas. Esta enfermedad puede invadir progresivamente todas las áreas de la vida de una persona, como la familia, amigos, relaciones sociales y trabajo. Al mismo tiempo, la adicción genera un desinterés hacia actividades, experiencias y placeres alternativos que antes formaban parte de la vida del individuo afectado.
Según estudios realizados por la Brigham Young University, dirigidos por el profesor Scott Steffensen, se ha demostrado que los mecanismos cerebrales se activan al consumir sustancias adictivas. Estas pueden ser el alcohol, tabaco o drogas más fuertes.
¿Qué activa la dopamina?
Cuando consumimos regularmente una sustancia adictiva, nuestro cerebro se acostumbra a ella. Esto suprime su producción normal de dopamina y crea una dependencia de esa sustancia para compensar la pérdida. La falta o abstinencia de estos niveles de dopamina genera estrés, ansiedad, irritación y dolor. Todos estos sentimientos solo se alivian temporalmente mediante el consumo de la droga que el cerebro demanda.
En este sentido, el cuerpo intenta compensar el nivel natural de dopamina, pero según Steffensen, la clave radica en un subconjunto de neuronas que controlan la liberación de dopamina. La adicción es una enfermedad cerebral y, como cualquier otra enfermedad, puede tratarse para mejorar la calidad de vida.
Drogas y sus causas
Todas las drogas de abuso causan un aumento de la actividad del sistema dopaminérgico mesocorticolímbico. Durante el consumo crónico, se producen cambios neuroadaptativos y neuroplásticos que modifican la estructura de este sistema. Estos cambios neuronales, inducidos por el consumo crónico, resultan en hipofrontalidad. Todo esto compromete la capacidad emocional y cognitiva de orden superior, así como la capacidad de controlar la conducta.
La dopamina es fundamental en el aprendizaje mediado por la recompensa y es primordial en la adicción. Debido a esto, el tratamiento de las adicciones, que puede incluir terapia farmacológica, psicológica, grupos de apoyo, psicoeducación familiar y actividad física, entre otros, permite que, en muchos casos, las personas afectadas puedan llevar una vida renovada.
¿Qué es la dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor que se encuentra en nuestro cerebro. Es conocido como el «químico del placer» porque está asociado con la sensación de bienestar y recompensa. El cerebro lo produce por estímulos placenteros, como comida deliciosa, sexo o una buena conversación.
¿Para qué sirve la dopamina?
La dopamina tiene varias funciones importantes en nuestro cerebro. Una de ellas es regular el movimiento y la coordinación, lo que explica por qué la falta de dopamina está relacionada con trastornos como el Parkinson. Pero su papel más relevante en el contexto de la adicción es su función en el sistema de recompensa del cerebro.
Cuando realizamos actividades placenteras, como comer nuestro postre favorito, el cerebro libera dopamina. Esta liberación de dopamina crea una sensación de satisfacción y recompensa, lo que nos motiva a repetir esa actividad en el futuro. Es una forma natural en la que nuestro cerebro nos incentiva a buscar experiencias positivas.
Dopamina y adicción
En el caso de la adicción a sustancias, como el alcohol o las drogas, la dopamina juega un papel crucial. Estas sustancias estimulan la liberación masiva de dopamina en el cerebro, creando una sensación de euforia y placer intensos. El problema es que el cerebro se adapta rápidamente a esta sobre estimulación de dopamina y comienza a requerir cada vez más para obtener el mismo nivel de satisfacción.
Como resultado, la persona adicta se ve atrapada en un ciclo destructivo en el que busca constantemente la sustancia para mantener sus niveles de dopamina elevados. Esto puede llevar a comportamientos autodestructivos, problemas de salud y dificultades en las relaciones personales.
¿Cuánta dopamina genera las drogas?
Como sabemos, la dopamina es un neurotransmisor que juega un papel crucial en el sistema de recompensa del cerebro. Es responsable de generar sensaciones de placer y bienestar. Sin embargo, las drogas pueden alterar drásticamente la forma en que se libera y se recicla la dopamina en el cerebro, creando un desequilibrio peligroso.
El impacto de las drogas en la dopamina
Las drogas estimulantes, como la cocaína o las anfetaminas, pueden aumentar drásticamente la cantidad de dopamina que se libera en el cerebro. Algunas drogas, como la heroína o los opioides, también pueden imitar la acción de la dopamina en el cerebro, generando una sensación de euforia intensa.
Estas sustancias pueden generar una liberación de dopamina hasta 10 veces mayor que las actividades placenteras normales. Esto crea una sensación de placer extremo y refuerza la conducta de consumo de drogas, ya que el cerebro busca repetir esa sensación una y otra vez.
Los efectos a largo plazo
El problema radica en que el cerebro se adapta rápidamente a esta sobre estimulación de dopamina. Con el tiempo, el sistema de recompensa se desequilibra y la persona adicta necesita consumir cada vez más droga para alcanzar el mismo nivel de placer inicial. Esto se conoce como tolerancia y es uno de los principales factores que contribuyen a la adicción.
Además, las drogas también pueden alterar la forma en que se recicla la dopamina en el cerebro, lo que puede afectar la capacidad de experimentar placer en situaciones cotidianas. Esto puede llevar a la depresión, la ansiedad y una disminución general de la calidad de vida.
¿Qué causa la falta de dopamina en el cerebro, una mirada a la conexión con la adicción?
La dopamina y su papel en el cerebro
Como sabemos, la dopamina es un neurotransmisor que desempeña un papel crucial en el sistema de recompensa del cerebro. Es responsable de generar sensaciones de placer, motivación y bienestar. Sin embargo, en el contexto de la adicción, la falta de dopamina puede ser un factor desencadenante.
Causas de la falta de dopamina
Existen varias razones por las cuales el cerebro puede experimentar una falta de dopamina. A continuación, mencionaré algunas de las causas más comunes:
- Desequilibrios químicos: los desequilibrios en los niveles de dopamina pueden ser causados por factores genéticos o cambios en la química cerebral. Estos desequilibrios pueden dificultar la capacidad del cerebro para experimentar placer y recompensa.
- Consumo excesivo de drogas: el consumo crónico y excesivo de drogas puede agotar los niveles de dopamina en el cerebro. Esto se debe a que las drogas pueden sobre estimular el sistema de recompensa. Esto a su vez, agota los recursos naturales de dopamina y dificulta la capacidad del cerebro para producir y liberar esta sustancia de manera adecuada.
- Estrés crónico: el estrés crónico puede afectar negativamente los niveles de dopamina en el cerebro. El estrés prolongado puede agotar los recursos del cerebro y dificultar la producción y liberación de dopamina. En consecuencia, se ve afectado el estado de ánimo y la capacidad de experimentar placer.
- Enfermedades mentales: algunas enfermedades mentales, como la depresión y la esquizofrenia, están asociadas con niveles bajos de dopamina en el cerebro. Estas condiciones pueden afectar la capacidad del cerebro para experimentar placer y bienestar.
¿Quién descubrió la dopamina?
La dopamina fue descubierta por primera vez en 1957 por dos científicos suecos: Arvid Carlsson y Nils-åke Hillarp. Ambos investigadores estaban interesados en comprender cómo funcionan los neurotransmisores en el cerebro y cuál es su papel en la regulación de las funciones corporales.
Durante sus investigaciones, Carlsson y Hillarp realizaron experimentos en los que estimularon ciertas áreas del cerebro de animales y observaron los efectos resultantes. En estos experimentos descubrieron una sustancia química liberada en el cerebro que afectó mucho al sistema de recompensa y regulación del movimiento.
El impacto del descubrimiento
El descubrimiento de la dopamina fue un hito importante en la comprensión de cómo funciona el cerebro y cómo se comunican las células nerviosas entre sí. Se dieron cuenta de que este neurotransmisor desempeña un papel crucial en la regulación de las emociones, el placer, la motivación y el movimiento.
También ha tenido un gran impacto en la medicina. Se ha utilizado para desarrollar medicamentos para tratar trastornos neurológicos como el Parkinson y enfermedades mentales como la esquizofrenia.
Apoyando a los adictos
Si tienes un familiar o conocido que está luchando contra la adicción, es fundamental brindarle tu apoyo incondicional. La adicción es una enfermedad que requiere tratamiento profesional y apoyo emocional.
Aprender sobre la dopamina y su relación con la adicción puede ser útil para comprender mejor los desafíos que enfrenta la persona adicta. Anímale a buscar ayuda profesional y a unirse a grupos de apoyo, donde podrá recibir el apoyo necesario para su recuperación.
Recuerda que el apoyo y la comprensión son fundamentales en el proceso de recuperación de un adicto. Juntos, podemos ayudar a nuestros seres queridos a superar la adicción y llevar una vida plena y saludable.
No dejes que la adicción desgaste tu bienestar emocional. En Clínica Ser te ofrecemos terapias individuales y grupales para ayudarte a manejar el estrés y cuidar de ti mismo/a mientras apoyas a tu ser querido en su proceso de recuperación. ¡Llama ahora y priorízate! Suscríbete a nuestro boletín de noticias y mantente informado de nuestras actualizaciones y servicios.
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Psico. Guillermo Rojas Ayón
Especialista en adicciones
Ced. Prof. 7237938
Terapeuta de Clínica SER
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