¿Qué nos dicen los 12 pasos del Programa Hazelden?
El Programa Hazelden, reconocido internacionalmente por su efectividad a la hora de tratar adicciones como el alcoholismo y la drogadicción, tanto en jóvenes como en adultos, basa sus principios en una serie de 12 pasos enumerados, a continuación:
- Aceptar la diferencia entre realidad y fantasía. Al adicto, le cuesta mucho trabajo poner los pies sobre la tierra, llegando en muchas ocasiones a confundir cuáles cosas son reales y cuáles no.
- Aceptar que su juicio no es el mejor de todos. El adicto, por naturaleza, es impulsivo y una de sus grandes discapacidades es la intolerancia a la demora. Generalmente, no piensa sobre las consecuencias de sus actos, y sólo busca una «gratificación inmediata».
- Aceptar que su identidad es confusa. Las personas adictas tienen un gusto especial por vivir emociones distintas para llenar un «vacío» que no saben explicar. Se encuentran en una eterna búsqueda de identidad.
- Aceptar que sus mayores defensas son negar y culpar a otros. El adicto siempre buscará la manera de tratar de convencernos de que no podrá con la adicción, liberándose de su propia responsabilidad, al culpar a terceros de sus propios actos. Su raciocinio siempre cederá ante el impulso.
- Aceptar que su forma de relacionarse es demasiado parcial. Los pacientes adictos tienen una vida sexual deteriorada. También se mantienen en conflicto con muchas de las personas importantes en su vida. Tienen muchos problemas en el trabajo. La adicción se convierte en su principal relación.
- Aceptar que sus procesos de pensamiento están deteriorados. Todo el adicto en rehabilitación sabe que ha abusado de una sustancia. Esto incide de manera relevante en su capacidad para recordar y retener información, así como en su capacidad de introspección.
- Aceptar que su mejor mecanismo de reacción ante el estrés es infantil. Las personas adictas, con frecuencia, no quieren enfrentar los problemas tal y como lo hacen las personas sobrias, ya que su principal miedo es a enfrentar las adversidades de la vida y progresar.
- Aceptar que tiene tendencia a carecer de conciencia sobre la enfermedad. El adicto nunca entiende porqué le suceden las cosas.
- Aceptar que siempre le sobrepasan los eventos de la vida cotidiana. El adicto es muy sensible a lo que sucede en su ambiente y le cuesta mucho trabajo resolver discrepancias emocionales.
- Aceptar que siempre depende de los demás para resolver sus problemas. El grado de dependencia del adicto, lo hace una persona que procura que los demás vivan a través de sus experiencias, no permitiéndoles manejar como mejor les convenga su vida.
- Aceptar que la forma en que vive su ambivalencia es demasiado intensa. El adicto tiene dificultad para entender que las emociones opuestas pueden existir a la misma vez. Y se confunde más aún, por tener una cantidad mayor de ellas.
- Aceptar que su vida no se encuentra tan bien como debería de estar. En este último paso del Programa Hazelden, se plantea que el narcisismo de la adicción impide darse cuenta de que existen formas más adaptativas de enfrentar la vida. El adicto es el único que no se da cuenta del potencial que tiene.
¿Cuáles son las actitudes y responsabilidades frente a la rehabilitación con el Programa Hazelden?
La actitud frente a un proceso de recuperación de una adicción suele variar de paciente en paciente. En ocasiones, algunos reportan actitudes soberbias ante la forma de abordar el tratamiento, durante el internamiento; y otros, en los peores casos, pueden experimentar recaídas, tras haber culminado el programa.
Lo anterior, nos da una gran lección acerca de la importancia de no castigarnos ante escenarios adversos, ya que el Programa Hazelden nos invita a tener en cuenta las “tres C’s” de la adicción, mismas que no sólo aplican al afectado, sino, también, a su cónyuge, padre, madre, hermano/a u otro miembro familiar cercano.
Esta regla del Programa Hazelden nos recuerda que usted no puede controlar el uso de sustancias de su ser querido, pero puede ser responsable de su propia salud y felicidad. Las “tres C’s” son:
- Usted no la causó
- Usted no la puede controlar
- Usted no la puede curar
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Por ello, para reducir las probabilidades de este escenario indeseado al mínimo, recomendamos acudir a una clínica de rehabilitación que incluya al grupo familiar en el proceso, y cuente con terapias post tratamiento con miras a mantener el compromiso con la sobriedad en el mediano/largo plazo.
En Clínica SER, resaltamos la importancia del Programa Hazelden y los 12 pasos en la rehabilitación para adictos, y contamos con uno de los índices de recuperación y no incidencia más altos de México, así como una trayectoria de más de 55 años en el tratamiento de adicciones que nos respalda.
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Mtro. Alfonso Chávez González
Terapeuta de Clínica SER
Cédula Profesional 5799762
Bibliografía:
Bellak, Leopold (1994) “Evaluación de las funciones del yo: Manual y Protocolos” México Ed. Manual Moderno.
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